miércoles, 4 de marzo de 2020

¿Rutas familiares en el Waraira Repano?, te las tenemos

No podía terminar febrero sin que hiciéramos una acampada en nuestro grandioso cerro Él Ávila o Waraira Repano, y justo cuando estábamos a punto de coordinarla, surgió una oportunidad con la familia Ramírez, cuyos cuatro integrantes querían pasar un fin de semana diferente y en contacto con la naturaleza. 

En ese sentido, planificamos una serie de actividades, de acuerdo a las expectativas y capacidades físicas del grupo, que iniciamos en una primera fase, el día 22, con unos ejercicios de acondicionamiento neuromuscular, y la posterior caminata por los sectores Las Canoas y Dos Caminos, para dirigirnos a la parte baja del Sendero La Fila, en Lomas del Viento, donde colocamos las carpas para pasar la noche. 

Luego de explorar el terreno, cerciorarnos que todo estaba correcto e instalarnos, nos dispusimos a preparar la cena, que consistió en un simple pero delicioso, balanceado y energético menú, compuesto por arepas de yuca y un revoltillo de huevos bien aliñado, para el que utilizamos ingredientes diversos de producción y demanda local. 

El cocimiento de estos alimentos lo realizamos sobre una fogata -que también nos permitió resguardarnos del frío- la cual fue encendida bajo supervisión y con mucha responsabilidad, aplicando la ancestral técnica de rodamiento indio o fuego por fricción. Antes de irnos a dormir, tocamos guitarra y entonamos algunas canciones.   

El día 23, a primera hora, pusimos en marcha la segunda fase: Ruta Sendero La Fila. En la vía, ejecutamos una actividad lúdica, denominada juego de lateralidad, con la que, además de divertirnos, pudimos integrarnos mejor como equipo y, al mismo tiempo, adaptamos el organismo para que no sufriera ningún tipo de impacto durante el ascenso. 

Asimismo, ofrecimos a nuestros invitados un recorrido anecdótico por la historia local, abarcando distintos aspectos, como por ejemplo, el cultivo y procesamiento de café, que fue impulsado inicialmente por los españoles que se asentaron allí durante la época colonial, y que todavía sigue practicándose. 

Además, como en la zona existen diversos ecosistemas ambientales y, por ende, la fauna que hace vida en el mismo es abundante, realizamos una jornada de avistamiento de aves que nos permitió distinguir especies como el águila, y una meditación en conexión con la naturaleza que nos llenó de mucha energía. 

Después de varias horas, tras alcanzar la cima de la montaña, donde se respira el aire más puro y se fusionan, en un mismo paisaje, las delimitaciones geográficas que existen entre la ajetreada Caracas, con sus abundantes edificios y autopistas, y las relajantes costas de Vargas, accedimos a la Pica La Culebrilla para devolvernos a Sanchorquiz y dar por culminada la aventura.  

En esta locación despedimos a los Ramírez, de quienes también aprendimos mucho, honrando su visita con una de las especialidades gastronómicas de la zona: torta casera y café artesanal de Caracas Blue, preparadas por la señora Miriam -madre de nuestro compañero Diego Romay- quien ya goza de cierto reconocimiento entre los senderistas ecofiteros por el original sabor de sus empanadas. 









No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Rutas familiares en el Waraira Repano?, te las tenemos

No podía terminar febrero sin que hiciéramos una acampada en nuestro grandioso cerro Él Ávila o  Waraira   Repano , y justo cuando estáb...